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| (1609) |
| ¡Mal haya el que en señores idolatra |
| y en Madrid desperdicia sus dineros, |
| si ha de hacer al salir una mohatra! |
| Arroyos de mi huerta lisonjeros |
| 5 (¿lisonjeros?: mal dije, que sois claros): |
| Dios me saque de aquí y me deje veros. |
| Si corréis sordos, no quiero hablaros; |
| mejor es que corráis murmuradores, |
| que llevo muchas cosas que contaros. |
| 10 Tenedme, aunque es otoño, ruiseñores, |
| ya que llevar no puedo ruicriados, |
| que entre pámpanos son lo que entre flores. |
| Si yo tuviera veinte mil ducados, |
| tiplones convocara de Castilla, |
| 15 de Portugal bajetes mermelados; |
| y a fe que a la pajísima capilla |
| tïorbas de cristal vuestras corrientes |
| prestaran dulces en su verde orilla. |
| Pájaros suplan, pues, faltas de gentes, |
| 20 que en voces, si no métricas, süaves, |
| consonancias desaten diferentes; |
| si ya no es que de las simples aves |
| contiene la república volante |
| poetas, o burlescos sean o graves, |
| 25 y cualque madrigal sea elegante, |
| librándome el lenguaje en el concento, |
| el que algún culto ruiseñor me cante, |
| prodigio dulce que corona el viento, |
| en unas mismas plumas escondido |
| 30 el músico, la musa, el instrumento. |
| Mas ¿dónde ya me había divertido, |
| risueñas aguas, que de vuestro dueño |
| os habéis con razón siempre reído? |
| Guardad entre esas guijas lo risueño |
| 35 a este dómine bobo, que pensaba |
| escaparse de tal por lo aguileño, |
| celebrando con tinta, y aun con baba, |
| las fiestas de la corte, poco menos |
| que hacérselas a Judas con octava. |
| 40 Cantar pensé en sus márgenes amenos |
| cuantas Dianas Manzanares mira, |
| a no romadizarme sus Sirenos. |
| La lisonja, con todo, y la mentira |
| (modernas musas del Aonio coro) |
| 45 las cuerdas le rozaron a mi lira. |
| ¿Valió por dicha al leño mio canoro |
| (si puede ser canoro leño mío) |
| clavijas de marfil o trastes de oro? |
| Sequedad lo ha tratado como a río; |
| 50 puente de plata fue que hizo alguno |
| a mi fuga quizá de su desvío. |
| No más, no, que aun a mí seré importuno, |
| y no es mi intento a nadie dar enojos, |
| sino apelar al pájaro de Juno: |
| 55 gastar quiero de hoy más plumas con ojos |
| y mirar lo que escribo. El desengaño |
| preste clavo y pared a mis despojos. |
| La adulación se queden y el engaño |
| mintiendo en el teatro, y la esperanza |
| 60 dando su verde un año y otro año; |
| que si en el mundo hay bienaventuranza, |
| a la sombra de aquel árbol me espera |
| cuyo verdor no conoció mudanza. |
| Su flor es pompa de la primavera; |
| 65 su fruto, o sea lo dulce o sea lo acedo, |
| en oro engasta, que al romperlo es cera. |
| Allí el murmurio de las aguas ledo, |
| ocio sin culpa, sueño sin cuidado |
| me guardan, si acá en polvos no me quedo |
| 70 molido del dictamen de un letrado |
| en la tahona de un relator, donde |
| siembre hallé para mí el rocín cansado. |
| Dichoso el que pacífico se esconde |
| a este civil rüido, y litigante, |
| 75 o se concierta o por poder responde, |
| sólo por no ser miembro corteggiante |
| de sierpe prodigiosa, que camina |
| la cola, como el gámbaro, delante. |
| Oh soledad, de la quietud divina |
| 80 dulce prenda, aunque muda, ciudadana |
| del campo, y de sus ecos convecina; |
| sabrosas treguas de la vida urbana, |
| paz del entendimiento, que lambica |
| tanto en discursos la ambición humana: |
| 85 ¿quién todos sus sentidos no te aplica? |
| Ponme sobre la mula, y verás cuánto |
| más que la espuela esta opinión la pica. |
| Sea piedras la corona, si oro el manto |
| del monarca supremo; que el prudente |
| 90 con tanta obligación no aspira a tanto. |
| Entre pastor de ovejas y de gente, |
| un político medio lo conduce |
| del pueblo a su heredad, de ella a su fuente. |
| Sobre el aljófar que en las hierbas luce, |
| 95 o se reclina, o toma residencia |
| a cada vara de lo que produce. |
| Tiéndese, y con debida reverencia |
| responde, alta la gamba, al que le escribe |
| la expulsión de los moros de Valencia. |
| 100 Tan ceremonïosamente vive, |
| sin dársele un cuatrín de que en la corte |
| le den título a aquél o el otro prive. |
| No gasta así papel, no paga porte |
| de la gaceta que escribió las bodas |
| 105 de doña Calamita con el Norte. |
| Del estadista y sus razones todas |
| se burla, visitando sus frutales, |
| mientras el ambicioso sus vaivodas. |
| No pisa pretendiente los umbrales |
| 110 del que trae la memoria en la pretina, |
| pues de ella penden los memorïales. |
| El margen de la fuente cristalina, |
| sobre el verde mantel que da a su mesa, |
| platos le ofrece de esmeralda fina. |
| 115 Sírvele el huerto con la pera gruesa, |
| émula en el sabor, y no comprada, |
| de lo más cordïal de la camuesa. |
| A la gula se queden la dorada |
| rica vajilla, el bacanal estruendo... |
| 120 Mas basta, que la mula es ya llegada. |
| ¡A tus lomos, oh rucia, me encomiendo! |
¡Mal haya el que en señores idolatra...!
Última actualitzación
03.07.2013
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