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| [A LOS POETAS QUE ASISTÍAN EN AYAMONTE] |
| Por este culto bien nacido prado, |
| que torres lo coronan eminentes, |
| que guarnece el cristal de Guadïana, |
| su monte deja Apolo de dos frentes |
| 5 con una y otra Musa soberana: |
| sacro escuadrón de abejas, si no alado, |
| susurrante, y armado |
| de liras de marfil, de plectros de oro. |
| Este, pues, docto enjambre y dulce coro, |
| 10 maravillas libando, no ya aquellas |
| efímeras de flores |
| que a la madre gentil de los Amores |
| deben, y a sus estrellas, |
| tan breve ser, que en un día que adquieren |
| 15 alegres nacen y caducas mueren, |
| sino otras maravillas |
| que marchitar en vano |
| pretende el tiempo desde las orillas |
| que los términos besan del Tebano, |
| 20 hasta el hombro robusto |
| del español Atlante, |
| del muro de diamante |
| del Pirineo adusto: |
| sacras plantas, perpetuamente vivas, |
| 25 émulas no de palmas ni de olivas |
| (que en duración se burlan y en grandeza |
| de cuantas ostentó naturaleza), |
| sino de las pirámides de Egipto, |
| de la estatua de Rodas, |
| 30 puesto que ya son todas |
| polvos de lo que de ellas está escrito. |
| Incultas se criaron y difusas |
| en lo que España encierra, |
| pero ya poca tierra |
| 35 alimento las hace de las Musas; |
| que en este prado solo |
| las ha querido recoger Apolo, |
| donde sus sombras solicitan sueño |
| tal, que el dios se ha dormido |
| 40 en el campo florido, |
| y mudo pende su canoro leño, |
| para quien luego apela |
| el docto enjambre que sin alas vuela; |
| y con arte no poca |
| 45 las flores trasladando de su boca |
| a la sacra vihuela, |
| dulzuras acrecientan a dulzuras. |
| El rubio dios recuerda, |
| y pulsando una dulce y otra cuerda, |
| 50 la métrica armonía |
| que en Delfos algún día |
| al tiempo le hurtó cosas futuras, |
| de suavidad ahora el prado baña. |
| Erudición de España: |
| 55 goza lo que te ofrece |
| este jardín de Febo, |
| dulce Helicona nuevo |
| que torres honran y cristal guarnece; |
| goza sus bellas plantas, |
| 60 que maravillas tantas |
| admiraciones son y desenojos, |
| néctar del gusto y gloria de los ojos. |
Por este culto bien nacido prado
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona