En julio de 1975,
cuando todavía era vigente la Ley de Prensa e Imprenta
de 1966, más conocida como Ley Fraga, Josep Maria Huertas
sufrió las consecuencias de la represión franquista.
El sábado 6 de junio, publicó en Tele/eXpres
un reportaje titulado «Vida erótica
subterránea», en el que hacía
un repaso histórico por la vida sexual de los barceloneses,
desde los años 20 a los 60. En el texto, Huertas afirmaba
que «Un buen número de “meublés”
[casas de citas] están regentados por viudas de militares,
al parecer por la dificultad que para obtener permiso para
abrir algunos hubo después de la guerra», frase
que molestó a algunos cargos del Ejército.
Huertas fue detenido y procesado el 22 de
julio por injurias al Ejército, tras un consejo de
guerra sumarísimo que le condujo a la cárcel
Modelo de Barcelona. Esta decisión, considerada injusta
por la mayoría de los periodistas –muchos de
ellos, amigos y compañeros de Huertas–, provocó
la primera huelga de prensa en España
desde el final de la Guerra Civil (1939). La protesta tuvo
tal repercusión que cinco de los ocho diarios barceloneses
no salieron a la calle al día siguiente: El Correo
Catalán, Mundo Diario, Diario de
Barcelona, El Noticiero Universal y Tele/eXpres.
La excepción fueron los dos diarios del Régimen
y La Vanguardia.
Ya en prisión, la situación
de Huertas se complicó al ser acusado de dar apoyo
a un etarra llamado Wilson, que, supuestamente,
había atentado contra el general Carrero Blanco. El
vínculo se estableció al encontrar en la agenda
del etarra los datos de contacto de Huertas. Pese a los intentos
de Araceli Aiguaviva, su esposa, por aclarar la relación
entre ambos hombres mediante una carta publicada en un diario,
un tribunal militar condenó al periodista a dos años
de prisión.
Al final, Huertas no tuvo que cumplir integramente
la pena y salió de la Modelo el 13 de abril de 1976,
ocho meses y veinte días después de su ingreso.
Esta rebaja se produjo, en parte, gracias a la muerte de Franco,
el 20 de noviembre de 1975. El caso Huertas
hizo del periodista un símbolo de la libertad
de expresión y un referente de la lucha
antifranquista. |