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AL DOCTOR NARBONA PIDIÉNDOLE UNOS ALBARCOQUES QUE HABÍA OFRECIDO ENVIARLE DESDE TOLEDO | |
Mis albarcoques sean de Toledo, | |
cultísimo doctor; lo damasquino | |
a un alfanje se quede, sarracino, | |
que en albarcoques aun le tengo miedo. | |
5 | Vengan (aunque es la voz antigua) cedo, |
no a manos del señor don Bernardino, | |
que por negarle un cuesco al más vecino, | |
degollará sin cadahalso un pedo. | |
Si expiró el cigarral, barbo luciente | |
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supla las frutas de que se corona, |
cuando no anguila que sus tactos miente: | |
de parte de don Luis se les perdona | |
la calidad de entre una y otra puente, | |
como sean del golfo de Narbona. |
Mis albarcoques sean de Toledo
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona