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AL SERENÍSIMO INFANTE CARDENAL |
Purpúreo creced, rayo luciente |
del Sol de las Españas, que en dorado |
ya trono el Tíber os verá, sagrado, |
leyes dar algun día a su corriente. |
5 De coronas entonces vos la frente, |
vuestro padre de orbes, coronado, |
deba el mundo un redil, deba un cayado |
a vuestras llaves, a su espada ardiente. |
Creced a fines tan esclarecidos, |
10 oh vos, a cuyo glorïoso manto |
sombras son eritreos esplendores, |
y en quien debidamente repetidos |
de vuestros dos se ven, progenitores, |
el nombre, lo católico, lo santo. |
Purpúreo creced, rayo luciente
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona