312 |
(1617) |
AL CONDE DE LEMUS, VINIENDO DE SER VIRREY DE NÁPOLES |
Florido en años, en prudencia cano, |
riberas del Sebeto, río que apenas |
obscurecen sus aguas sus arenas, |
gran freno moderó tu cuerda mano |
5 donde mil veces escuchaste en vano |
entre los remos y entre las cadenas, |
no ya ligado al árbol, las sirenas |
del lisonjero mar napolitano. |
Quede en mármol tu nombre esclarecido, |
10 firme a las ondas, sordo a su armonía, |
blasón del tiempo, escollo del olvido, |
oh águila de Castro, que algún día |
será para escribir tu excelso nido |
un cañón de tus alas pluma mía. |
Florido en años, en prudencia cano
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona