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(1608) |
Mientras Corinto, en lágrimas deshecho, |
la sangre de su pecho vierte en vano, |
vende Lice a un decrépito indïano |
por cien escudos la mitad del lecho. |
5 ¿Quién, pues, se maravilla de este hecho, |
sabiendo que halla ya paso más llano, |
la bolsa abierta, el rico pelicano, |
que el pelícano pobre, abierto el pecho? |
Interés, ojos de oro como gato, |
10 y gato de doblones, no Amor ciego, |
que leña y plumas gasta, cien arpones |
le flechó, de la aljaba de un talego. |
¿Qué Tremecén no desmantela un trato, |
arrimándole al trato cien cañones? |
Mientras Corinto, en lágrimas deshecho
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona