68 |
(1588) |
Por niñear, un picarillo tierno |
hurón de faltriqueras, sutil caza, |
a la cola de un perro ató por maza |
(con perdón de los clérigos) un cuerno. |
5 El triste perrinchón, en el gobierno |
de una tan gran carroza, se embaraza; |
grítale el pueblo, haciendo de la plaza, |
si allá se alegran, un alegre infierno. |
Llegó en esto una viuda mesurada, |
10 que entre los signos, ya que no en la gloria, |
tiene a su esposo, y dijo: «Es gran bajeza |
que un gozque arrastre así una ejecutoria |
que ha obedecido tanta gente honrada |
y se la ha puesto sobre su cabeza». |
Por niñear, un picarillo tierno
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona