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| (1603) |
| Cuando la rosada Aurora, |
| o violada, si es mejor |
| (escojan los epitétos, |
| que ambos de botica son), |
| 5 las alboradas de abril, |
| vierte desde su balcón |
| como en posesión del día |
| perlas que desate el sol, |
| entre ciertos alcaceles |
| 10 una sarta se halló, |
| de estas orientales perlas, |
| el machuelo de un doctor. |
| Fióselas el Aurora, |
| mas él, de buen pagador, |
| 15 en solo un abrir de ojo, |
| en doblones la pagó. |
| Al rüido de la paga, |
| que con trompetas llamó, |
| ya que no con atabales, |
| 20 a dar la satisfación, |
| salió el sol, y halló al machuelo, |
| y al médico su señor, |
| que había contado el dinero |
| con un pie, y aun con los dos. |
| 25 Estaba el varón, cual veis |
| (si es macho cada varón), |
| hecho un macho, por la liga |
| que en la moneda halló: |
| remedio contra extranjeros |
| 30 que el oro fino español |
| traducen en ginovés |
| para pasallo mejor; |
| yo les doy que pasen este |
| que el macho desembolsó, |
| 35 y en su lengua lo traduzgan |
| con observancia y rigor. |
| No rocín de perulero, |
| digo, de conquistador, |
| con más oro y menos clavos |
| 40 en aquel tiempo se herró, |
| que se herró nuestro Esculapio, |
| bien bañado, y de ramplón, |
| porque tiene malos cascos, |
| y así lo afianzaron hoy. |
| 45 Filósofo en el desprecio, |
| aun más que en la profesión, |
| debajo de los pies tiene |
| el tesoro que se halló; |
| tanta riqueza aborrece, |
| 50 hecho un Midas, y aun peor, |
| que el otro pidió si tuvo, |
| y él tiene, mas no pidió; |
| hecho un sol, y hecho un mayo, |
| quiere que cada terrón |
| 55 oro engendre, y cada hierba |
| trascienda, no siendo flor; |
| liberal parte con todos |
| de lo que el macho le dio, |
| a patadas, como mula |
| 60 o con mosca o sin trabón. |
| El macho piensa que baila |
| y, por que no falte son, |
| ya que ha engomado las cerdas, |
| su rabelillo tocó; |
| 65 diole viento, y fue organillo |
| donde con admiración |
| oyó su trompa el soldado, |
| y, su zampoña, el pastor: |
| que instrumentos manuales |
| 70 como organillo y violón |
| taña, un macho, con un ojo, |
| ni se ha visto ni se oyó. |
| No solo quiso tañer, |
| sino meter una voz, |
| 75 y debió entender, su amo, |
| la letra de la canción, |
| pues a un árbol de aquel prado |
| pidió apriesa un varejón |
| para llevalle el compás, |
| 80 mas el macho no aguardó: |
| hizo fuga a cuatro pies, |
| y el médico la siguió, |
| que es bestial músico el hombre, |
| y fue siempre en proporción. |
| 85 Dejó la capa, corriendo, |
| sobre cierta provisión |
| de Mérida, que a un correo |
| por detrás se le cayó. |
| Pasó tras su animalejo, |
| 90 que alzaba el pie en ocasión |
| para pedille calzado |
| más que para dalle coz. |
| Fatigólo por el campo, |
| y, después que lo cansó, |
| 95 manso se dejó coger, |
| muy contento y muy burlón. |
| El médico, como tal, |
| deseaba, y con razón, |
| su capa, como la suya |
| 100 cualquiera predicador. |
| Volvió al lugar donde estaba, |
| y, sin consideración, |
| se arrebozó luego en ella, |
| si no es que se emborrizó; |
| 105 siente un no sé qué, y entiende |
| que es el zapato, mas no, |
| que está lejos el zapato, |
| y es más vecino el olor; |
| huele la capa, y sospecha |
| 110 que, entretanto que él corrió, |
| se ha enterrado en su capilla |
| algún pobre labrador; |
| alarga la mano, y halla |
| los recaudos del peón: |
| 115 el sello, mas no en papel, |
| sino en cera, que es peor; |
| es amarilla la cera, |
| y en viéndola confirmó |
| que hay difunto en la capilla, |
| 120 y, con mucha compasión, |
| sin hisopo fue por agua |
| a Esgueva, y toda la dio |
| a la sepultura, y dijo |
| con sentimiento y dolor: |
| 125 «¡Oh vos, cualquiera que entrastes |
| hoy en mi jurisdición, |
| donde mi capa, de paño, |
| si no de tumba, os sirvió! : |
| sed príncipe o sed plebeyo, |
| 130 séos decir, al menos, yo |
| que fuera guante de ámbar, |
| Lázaro, puesto con vos. |
| ¿Fuistes galán del terrero, |
| desdeñado del amor, |
| 135 que estáis suspirando aquí |
| el desdén que allá os mató? |
| ¿0 sois jüez agraviado |
| en muy baja provisión, |
| porque oléis a proveído |
| 140 muy mal y muy sin razón? |
| ¿0 sois privado de quien |
| no sólo aquí os despidió, |
| mas os echó su mal ojo, |
| que es basilisco un señor? |
| 145 Sed cualquiera cosa de estas, |
| que yo hago translación |
| de vuestros huesos a Esgueva, |
| aunque todo pulpa sois; |
| desenterrador me hago, |
| 150 sobre médico que soy, |
| que esto es mucho más que ser |
| médico y enterrador: |
| allá vais, coman os peces, |
| si no hay otro, cual a Arión, |
| 155 delfín de algún espinazo, |
| que salga en vuestro favor». |
Cuando la rosada Aurora
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona