| 97 |
| (1593) |
| ¿No me bastaba el peligro |
| de una grave enfermedad, |
| que, pues no me mató ella, |
| repito para inmortal, |
| 5 sino condenarme ahora |
| a pretender, y labrar, |
| un lisonjero imposible, |
| y un süave pedernal? |
| ¿Qué te ha hecho, crudo Amor, |
| 10 esta pobre libertad, |
| blanco de tus demasías |
| (no las llamo flechas ya)? |
| Forastero bienvenido |
| que vais para la ciudad: |
| 15 si ya os detuviere en ella |
| o gusto o necesidad, |
| guardaos, mil veces os digo, |
| de un basilisco mortal, |
| que está su mayor ponzoña |
| 20 en su más dulce mirar; |
| de un ángel, el más hermoso |
| que vistió la humanidad, |
| que de crüel y de bello |
| está dudoso lo más. |
| 25 Témela el Amor, y tanto, |
| que han confirmado amistad, |
| mayor que se prometía |
| de mujer y de rapaz, |
| todo, en daño de las almas: |
| 30 ya yo lo sé por mi mal, |
| que he pisado entre sus flores |
| áspid que sabe matar. |
| Armado, se esconde Amor, |
| de saetas de crueldad, |
| 35 en los ojos que tremolan |
| traidoras leñas de paz; |
| asegúrase el deseo, |
| fíase la voluntad, |
| y dan en las fieras puntas |
| 40 del arquero desleal. |
| Las señas de esta alevosa, |
| para que la conozcáis, |
| son, demás de los extremos |
| de su gloriosa beldad, |
| 45 que, si canta, se suspende |
| la armonía celestial, |
| y si llora, enjuga al alba |
| sus lágrimas de cristal. |
| Con mi ejemplo y estas señas, |
| 50 caballero, caminad, |
| que ella me condena a muerte, |
| y yo me voy a enterrar. |
¿No me bastaba el peligro...?
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona