| 83 |
| (1590) |
| ¡Qué necio que era yo antaño, |
| aunque hogaño soy un bobo! |
| Mucho puede la razón, |
| y el tiempo no puede poco; |
| 5 a fe que dijo muy bien |
| quien dijo que eran de corcho |
| cascos de caballo viejo |
| y cascos de galán mozo: |
| Serví al Amor cuatro años, |
| 10 que sirviera mejor ocho |
| en las galeras de un turco |
| o en las mazmorras de un moro; |
| lisonjas majaba, y celos, |
| que es el esparto de todos |
| 15 los majaderos captivos |
| que se vencen de unos ojos; |
| de esta dura esclavitud, |
| hace un año por agosto, |
| me redimió la merced |
| 20 de un tabardillo dichoso: |
| a este mal debo los bienes |
| que en dulce libertad gozo, |
| y vame tanto mejor |
| cuanto va de cuerdo a loco. |
| 25 Heme subido a Tarpeya |
| a ver cuál se queman otros |
| en tan vergonzosas llamas |
| que su honor volará en polvo; |
| y he de ser tan inhumano, |
| 30 que, a quien otra vez, piadoso, |
| ayudara con un grito, |
| acudiré con un soplo: |
| háganse, tontos, cenizas, |
| que con cenizas de tontos |
| 35 discretos cuelan sus paños, |
| manchados, pero no rotos. |
| Quince meses ha que duermo, |
| porque ha tantos que reposo |
| sobre piedras, como piedra, |
| 40 sobre plumas, como plomo: |
| no rompen mi sueño celos, |
| ni pesadumbre, mi ocio, |
| ni serenos, mi salud, |
| ni mi hacienda, mal cobro. |
| 45 Tengo amigos, los que bastan |
| para andarme siempre solo, |
| y vame tanto mejor |
| cuanto va de cuerdo a loco. |
| Con doblados libros hago |
| 50 los días de mayo, cortos, |
| las noches de enero, breves, |
| por lo lacio y por lo tosco. |
| Cuando ha de echarme la musa |
| alguna ayuda de Apolo, |
| 55 desatácase el ingenio, |
| y algunos papeles borro |
| a devoción de una ausente, |
| a quien, ausente y devoto, |
| con tiernos ojos escribo |
| 60 y con dulce pluma lloro. |
| Discreciones leo a ratos, |
| y necedades respondo |
| a tres ninfas que en el Tajo |
| dan al aire trenzas de oro, |
| 65 y a la que ya vio Pisuerga, |
| la aljaba pendiente al hombro, |
| seguir la casta Dïana |
| y eclipsar su hermano rojo. |
| Salgo alguna vez al campo |
| 70 a quitar al alma el moho, |
| y dar verde al pensamiento, |
| con que purgue sus enojos; |
| en mi aposento otras veces |
| una guitarrilla tomo, |
| 75 que como barbero templo |
| y como bárbaro toco: |
| con esto engaño las horas |
| de los días perezosos, |
| y vame tanto mejor |
| 80 cuanto va de cuerdo a loco. |
| Pagaba al tiempo dos deudas |
| que tenía tras de un torno, |
| mas ya ha días que a la iglesia |
| del desengaño me acojo, |
| 85 en cuyo lugar sagrado |
| me ha comunicado Astolfo |
| todo el licor de su vidrio, |
| y la razón, sus antojos, |
| con que veo a la Fortuna, |
| 90 de la fábrica de un trono, |
| levantar un cadahalso |
| para la estatua de un monstro, |
| y por las calles del mundo |
| arrastrar colas de potros |
| 95 a quien de carro triunfal |
| se apeó en el Capitolio; |
| veo pasar como humo, |
| afirmado, el Tiempo cojo, |
| sobre un cetro imperïal |
| 100 y sobre un cayado corvo. |
| Después que me conocí, |
| estas verdades conozco, |
| y vame tanto mejor |
| cuanto va de cuerdo a loco. |
¡Qué necio que era yo antaño...!
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona