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| (1586) |
| Triste pisa, y afligido, |
| las arenas de Pisuerga |
| el ausente de su dama, |
| el desdichado Zulema, |
| 5 moro alcaide y no vellido, |
| amador con ajaqueca, |
| arrocinado de cara |
| y carigordo de piernas. |
| No lleva por la marlota |
| 10 bordada cifra, ni empresa |
| en el campo de la adarga, |
| ni, en la banderilla, letra, |
| porque es, el moro, idïota, |
| y no ha tenido poeta |
| 15 de los sastres de este tiempo, |
| cuyas plumas son tiseras. |
| Los ojos tiene en el río, |
| cuyas ondas se lo llevan, |
| y él, envueltas en las ondas, |
| 20 lleva sus lágrimas tiernas; |
| tanto llora el hideputa |
| que, si el año de la seca |
| llorara en dos hazas mías, |
| acudiera a diez hanegas. |
| 25 Los espacios que no llora, |
| de memorias se alimenta, |
| porque le dan, las memorias, |
| lo que los ojos le niegan: |
| piensos se da, de memorias, |
| 30 rumiando glorias y penas, |
| como rábanos mi mula, |
| y una mona, berenjenas. |
| Contempla luego en Balaja, |
| la cual, mientras la contempla, |
| 35 olas de imaginación |
| o se la traen o la llevan, |
| y ella se está merendando |
| duraznicos en su huerta, |
| y tirándole los cuescos |
| 40 al que tal pasa por ella. |
| Ojos claros, cejas rubias, |
| al vivo, se le presentan, |
| lanzando rayos los ojos, |
| y flechas de amor, las cejas. |
| 45 El moro, contemplativo, |
| a los de su dama vuela, |
| como, a los ojos del búho, |
| cernícalos de uñas prietas. |
| «Ay, mora bella -le dice-, |
| 50 no menos dulce que bella: |
| no estraguen tu condición |
| las condiciones de ausencia». |
| «-Ay, moro, más gemidor |
| que el eje de una carreta: |
| 55 pues no soy tu mora yo, |
| no me quiebres la cabeza». |
| «-Recibe allá este suspiro |
| y este llanto de esta tierra, |
| donde el rey me ha desterrado, |
| 60 y mis cuidados me entierran». |
| «-Llore alto, moro amigo, |
| suspire recio y con fuerza, |
| que han de andar, llanto y suspiro, |
| más de noventa y seis leguas». |
| 65 En esto, ya salteado |
| de una varonil vergüenza, |
| a lavar el tierno rostro, |
| de su caballo se apea; |
| también se apea, el galán, |
| 70 porque quiere en el arena |
| sembrar perejil guisado |
| para vuestras reverencias. |
Triste pisa, y afligido
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona