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| (1585) |
| Crïábase el Albanés |
| en la corte de Amurates, |
| no como prendas captivas |
| en rehenes de su padre, |
| 5 sino como se crïara |
| el mayor de los sultanes, |
| del Gran Señor, regalado, |
| querido de los bajaes, |
| mancebo de altos principios |
| 10 y de pensamientos graves, |
| de esperanzas vinculadas |
| con su generosa sangre, |
| gran capitán en las guerras, |
| gran cortesano en las paces, |
| 15 de los soldados escudo, |
| espejo de los galanes. |
| Recién venido era entonces |
| de vencer, y de ganalles |
| al Húngaro dos banderas, |
| 20 y al Sofí cuatro estandartes. |
| Mas ¿qué aprovecha domar |
| invencibles capitanes |
| y contraponer el pecho |
| a mil peligros mortales, |
| 25 si un niño ciego lo vence, |
| no más armado que en carnes, |
| y en el corazón le deja |
| dos arpones penetrantes? |
| Dos penetrantes arpones, |
| 30 que son los ojos süaves |
| de las dos más bellas turcas |
| que tiene todo el Levante; |
| que no hay turquesas tan finas |
| que a sus ojos se comparen, |
| 35 discretas en todo extremo |
| y de gracias singulares. |
| No lo defendió el escudo, |
| hecho de finos diamantes, |
| porque el amoroso fuego |
| 40 es al rayo semejante, |
| que el duro hierro en sus manos |
| lo disminuye y deshace: |
| no para en el hierro Amor, |
| que, sin errar tiro, sabe |
| 45 poner en el alma el hierro, |
| y en la cara las señales. |
| Fue tan desdichado en paz, |
| cuanto, en la guerra, triunfante, |
| rendido, en paz, de mujeres, |
| 50 siendo en guerra un fiero Marte; |
| bien conoció su valor |
| Amor, pues para enlazalle |
| (por tener sujeto, Amor, |
| al que sujetó al dios Marte), |
| 55 un lazo vio que era poco, |
| y quiso con dos vendalle. |
Crïábase el Albanés
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona