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| (1583) |
| Amarrado al duro banco |
| de una galera turquesca, |
| ambas manos en el remo |
| y ambos ojos en la tierra, |
| 5 un forzado de Dragut |
| en la playa de Marbella |
| se quejaba, al ronco son |
| del remo y de la cadena: |
| «¡Oh sagrado mar de España, |
| 10 famosa playa serena, |
| teatro donde se han hecho |
| cien mil navales tragedias!: |
| pues eres tú el mismo mar |
| que con tus crecientes besas |
| 15 las murallas de mi patria, |
| coronadas y soberbias, |
| tráeme nuevas de mi esposa, |
| y dime si han sido ciertas |
| las lágrimas y suspiros |
| 20 que me dice por sus letras; |
| porque si es verdad que llora |
| mi captiverio en tu arena, |
| bien puedes al mar del Sur |
| vencer en lucientes perlas. |
| 25 Dame ya, sagrado mar, |
| a mis demandas respuesta, |
| que bien puedes, si es verdad |
| que las aguas tienen lengua; |
| pero, pues no me respondes, |
| 30 sin duda alguna que es muerta, |
| aunque no lo debe ser, |
| pues que vivo yo en su ausencia. |
| Pues he vivido diez años |
| sin libertad y sin ella, |
| 35 siempre al remo condenado, |
| a nadie matarán penas». |
| En esto, se descubrieron |
| de la Religión seis velas, |
| y el cómitre mandó usar, |
| 40 al forzado, de su fuerza. |
Amarrado al duro banco
Última actualitzación
03.07.2013
© Universitat Pompeu Fabra, Barcelona