Los dineros del sacristán

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Los dineros del sacristán
cantando se vienen y cantando se van.
 
Tres hormas, si no fuel un par,
fueron la llave maestra
de la pompa que hoy nos muestra
un hidalgo de solar.
Con plumajes a volar
un hijo suyo salió,
que asuela lo que él soló,
10  y la hijuela loquilla
de ámbar quiere la jervilla
que desmienta al cordobán.
Los dineros del sacristán
cantando se vienen y cantando se van.
 
15  Dos troyanos y dos griegos,
con sus celosas porfías,
arman a Helena en dos días
de joyas y de talegos;
como es dinero de ciegos,
20 y no ganado a oraciones,
recibe dueñas con dones
y un portero rabicano;
su grandeza es un enano,
su melarquía, un truhán.
25 Los dineros del sacristán
cantando se vienen y cantando se van.
 
Labra el letrado un real
palacio, por que sepades
que interés y necedades
30 en piedras hacen señal;
hácelo luego hospital
un halconero pelón,
a quien hija y corazón
dio en dote, que ser le plugo,
35 para la mujer, verdugo,
para el dote, gavilán.
Los dineros del sacristán
cantando se vienen y cantando se van.
 
Con dos puñados de sol
40  y cuatro tumbos de dado
repite el otro soldado
para conde de Tirol;
fénix lo hacen, español,
collar de oro y plumas bellas;
45  despidiendo está centellas
de sus joyas, mas la suerte
en gusano lo convierte,
de pájaro tan galán.
Los dineros del sacristán
50 cantando se vienen y cantando se van.
              
Herencia que a fuego y hierro
malogró cuatro parientes,
halló al quinto con los dientes
peinando la calva a un puerro;
55 heredó por dicha o yerro,
y a su gula no perdona;
pavillos nuevos capona
mientras francolines ceba,
y al fin, en su mesa Eva
60 siempre está tentando a Adán.
Los dineros del sacristán
cantando se vienen y cantando se van.