El Correo Catalán
Josep Maria Huertas empieza a trabajar
en El Correo Catalán hacia el 1964, cuando
Lluís Permanyer lo recomendó a Manuel Ibáñez
Escofet, entonces redactor jefe del diario. Con 24 años,
le ofrecen una plaza en la sección de Internacional.
Huertas duda entre aceptar la oferta o continuar con su trabajo
fijo en una empresa de pulverizadores, pero tenía muy
claro que quería ser periodista. Gracias a que sabía
inglés, Huertas empezó traduciendo los pies
de foto de las imágenes llegadas de la agencia EFE.
En 1966, Ibáñez Escofet -que
ya era subdirector- y Andreu Rosselló, el director,
ofrecen a Huertas ser secretario de redacción del diario.
El 1968, Ibáñez Escofet dejó el diario
para dirigir el Tele/eXpres. Este hecho provocó
que Huertas ascendiera a redactor jefe. En junio del 1970,
con la muerte de Josep Carnero, Huertas quiere dedicarle una
plana entera que después el diario no publica, hecho
que precipita la dimisión irrevocable de su cargo.
Su situación en El Correo Catalán va
empeorando hasta que, finalmente, en mayo de 1972, Huertas
empieza a trabajar en el Tele/eXpres, de nuevo con
Ibáñez Escofet.
Los artículos que escribe Huertas
en El Correo Catalán son de temática
variada, aunque la mayoría tratan temas sociales y
comprometidos con los barrios populares. También hace
bastantes entrevistas a personalidades de la cultura que suelen
estar redactadas de forma indirecta, o a varias voces. Por
el contrario, el estilo es directo y a menudo utiliza la primera
persona por narrar una acción ilustrativa de aquello
que quiere explicar.
|
|
Biografía de la publicación |
|
 |
El Correo Catalán
se empezó a publicar en 1876, y su último
número apareció el 16 de noviembre de
1985. Durante los primeros tiempos, fue un diario claramente
de partido, concretamente carlista. A lo largo de muchos
años, su público fue reducido, pero fiel.
Confiscado durante la Guerra Civil, El Correo
volvió a publicarse bajo el régimen franquista.
Aún así, y en paralelo
con el desencanto que los carlistas fueron teniendo
con la dictadura, el diario fue cambiando de línea
editorial. Sin duda, la entrada de nuevos capitales
a la empresa editora, Fomento de la Prensa Tradicionalista,
ayudó. Una nueva burguesía, más
liberal y tecnòcrata, se estaba haciendo cargo.
Es así como el viejo diario carlista se convirtió
en un periódico más popular, con ciertos
toques catalanistas, y donde escribieron periodistas
no afectos al régimen, como Huertas. |
De este modo, El
Correo Catalán de los años 60, no
tenía nada a ver con el que había sido
antes. Bajo la dirección de Andreu Rosselló
Pàmies (1957-1977), el rotativo llegó
a tener tiradas de hasta 80.000 ejemplares los días
laborables y 114.000 los festivos. Estéticamente,
el periódico fue durante estos años bastante
atractivo: implantó la portada en huecograbado
y se publicaba con dos páginas satinadas al principio
y al final del cuaderno informativo.
Además, periodistas próximos a la ciudadanía,
como Huertas o Josep Pernau, ayudaron a convertir el
ex diario carlista en una cabecera popular y transversal.
Y es que en El Correo Catalán se tocaban
ciertos temas que ningún otro diario de Barcelona
osaba publicar. Otros nombres del periodismo de la época
como Manuel Ibáñez Escofet, Josep Faulí
o Valentí Popescu le daban un mayor valor añadido.
Pero, a partir de mediados de los años 70, fueron
dejándolo en una situación cada vez más
difícil debido a diferentes cambios en la propiedad
y a una difícil adaptación a los nuevos
tiempos democráticos.
|
|
|
|
Listado de artículos |
|
Listado de los artículos
de Huertas en la publicación - descaragar
archivo Excel  |
|
|
|
Artículo seleccionado |
|
Artículo de Huertas
representativo de la publicación - descaraga archivo
PDF |
|
|